Se trata de utilizar la pintura como herramienta para liberar preocupaciones, disolver miedos y superar bloqueos. Este proceso desencadena una apertura emocional y fomenta el desarrollo personal a través de imágenes poderosas. Al cambiar nuestras emociones, transformamos nuestros pensamientos, permitiéndonos explorar nuevas perspectivas y encontrar una mayor armonía interior.

No se requiere ningún conocimiento previo de pintura. En cada sesión, pintando con la mano no dominante vivirás un forma de pintar que fomenta la integración emocional y la armonización interna. Los cambios se producen durante el proceso de pintura, disipando preocupaciones y abriendo puertas a nuevas perspectivas. Es un viaje de autodescubrimiento donde la expresión artística actúa como catalizador para el crecimiento personal y la transformación interior.

Nos centramos en lograr rápidamente el bienestar deseado. Desde el inicio, establecemos metas claras y nos enfocamos en obtener resultados en un corto período de tiempo. Este enfoque es efectivo para abordar el estrés, la indecisión, la gestión de emociones intensas, traumas, miedos, pérdidas, dolor físico o enfermedades, así como para acompañar cambios importantes y promover el crecimiento personal.

La mayoría de lo que expresamos verbalmente son interpretaciones de imágenes que nuestro cerebro ha almacenado. Cuando pintamos, accedemos directamente a esas imágenes, ya que nuestra capacidad para plasmarlas es más rápida que nuestro proceso verbal de análisis y crítica. La terapia LOM aprovecha esta capacidad para trabajar con esas imágenes y promover el bienestar. LOM, que significa «Pintura Centrada en Soluciones» en alemán, utiliza la pintura como herramienta principal para alcanzar objetivos terapéuticos y encontrar soluciones a través del arte.